Madrid, 19 de marzo de 2020
Desde Pastoral: Carta a las Familias
Queridas familias de nuestro colegio.
Nos toca vivir momentos complicados.
Muchos de nosotros no nos podíamos imaginar que esto iba a ser así cuando hace ya 10 días nos avisaban que nuestros colegios se iban a cerrar. Todos nos centramos más en la logística de los hijos (como es lógico) y nosotros, de nuestros alumnos y de cómo íbamos a llegar a ellos… en la distancia.
A lo mejor se nos olvidó lo humano, lo personal, lo que nos diferencia: lo espiritual… porque no sabíamos a lo que nos enfrentábamos.
Desde ya hace unos días, el Departamento de Pastoral siente la necesidad de decir una palabra, de transmitir un poco de esperanza frente a esta situación dolorosa.
Pero nos cuesta también encontrar la adecuada y por ello, pensamos que “la palabra” debe venir desde nosotros mismos, debe venir a modo de oración desde el lema de los Hermanos de la Sagrada Familia, nuestro lema:
En la oración, el trabajo y el amor: la paz
En la oración. Nuestras iglesias, la Capilla del colegio está vacía pero no nuestro corazón. No podemos celebrar la Eucaristía ni podemos encontrarnos físicamente para rezar juntos. Aún así, Dios sigue con nosotros porque a muchos nos surge en estos momentos el ofrecer, el pensar, el rezar por todos, especialmente por los que están sufriendo. Por eso, pedimos al Señor por las familias de nuestro colegio, por los Hermanos de la Sagrada Familia, por la Comunidad Educativa: los profesores, los miembros del PAS, los catequistas, acompañantes, entrenadores…
El trabajo. De la experiencia de fragilidad surge el servicio, la entrega. Estamos asistiendo a la creación de redes de solidaridad, de gente preocupada por los otros, no solo los sanitarios (que están haciendo una labor ejemplar) sino tantos que nos están haciendo este encierro más llevadero,… Por ello, pedimos al Señor por los médicos, enfermeras, farmacéuticos, bedeles, limpiadores, reponedores, dependientes, fruteros, carniceras… algunos de ellos, miembros de nuestra Comunidad Educativa.
El amor. El amor está sosteniendo a nuestra sociedad. Hoy, más que nunca, queremos saber si el otro está bien; queremos salir todos los días a las ocho a las ventanas y aplaudir el esfuerzo del otro. Hoy, más que nunca, creemos en el ser humano por eso, pedimos al Señor por cada niño y niña de nuestro colegio que crecerá con esta experiencia y seguro que hará de este mundo un lugar mucho mejor.
La paz. Ante la abundancia de nuestras vidas, nos hemos descubierto vulnerables. Por ello, este es el momento de esperar, de confiar, de aceptar, de tener fe… solo así podremos seguir avanzando, caminando, como dice el poeta sin “volver la vista atrás” y aprendiendo con paz lo que la vida nos ha presentado.
Esperamos que estos días de confinamiento puedan convertirse en cada casa en una oportunidad para estar en “FAMILIA”.
Reciban un fuerte abrazo
Irene Hidalgo
Coordinadora del Departamento de Pastoral